Han pasado 6 años desde que te fuiste pero tu tienes el triste privilegio de cumplir diciembres sin envejecer, sera por eso que te sigo soñando con el cabello ondeando sus crespos castaños y con la piel mas bronceada que entonces.
Hoy te vengo a visitar por estos caminos tan viejos de aceras rotas y silencio extremo y disfruto mis pasos aunque me duele hasta la sombra de los arboles de la avenida.
He venido tambien a leerte poemas, hablarte de amor, a encontrarme con un hombre de verdad. Para eso me arregle lo mejor que pude: traigo el pelo suelto como a ti te gusta y he encedido en mis ojos todas las estrellas.
Cuando te conoci y no tenias nombre ya me sabia de sobra tus horarios. Siempre me llenaste de sustos y alegrias al verte subir mi calle con la excusa dormida en las ruedas de tu bicicleta. Todas mis amigas se enamoraron de ti sin conocerte, me veian gastar tu nombre en los pupitres y cuadernos y aquello del amor que me hiciste descubrir en tus pequeños y fugaces ojos.
Sin embargo, no recuerdo en que momento supiste de mi, pero si del color exacto de tu ropa, de los primeros intentos por besarme, de tus manos pequeñas y fuertes, de tu boca orgullosa y triste.
Ahora voy a tu encuentro despues de seis larguisimos años y sabiendote de memoria.
Comenzo a llover. Me gusta tanto la lluvia que siempre que puedo camino despacio entre sus gotas frias, las mismas que nos mojaron aquella tarde norte a sur por nuestro barrio, tomados de la mano saboreando la victoria de la complicidad ciclonica.
Ya no tengo que espiar tus pasos detras de los cristales de la bodega de tu esquina, ahora se donde encontrarte, fiel a la tierra y tu espacio.
Me detuve muchas veces en tu portal con la esperanza de verte. Comence amar a tus hermanos por compartir tu infancia, a tus padres por modelar tu imagen, a las mujeres que te conocieron mas que yo. Repeti hasta cansarme la rima musical de tus apellidos y embruje tus pasos en inocentes trampas de azucar y papel.
Como imaginar que esto sucederia? Me he preguntado todas las tardes de mi vida si fueron suficientes las veces que te dije: te amo.
Me detengo ahora para mirar tu retrato en mi cartera. Dulce amuleto que me da la seguridad de la compañia de los dias adolescentes. Es un retrato viejo y tu expresion es triste pero es el mismo muchacho que fue de todas y nunca mio, el que comenzo su adultez con madurez de niño.
No se si encontrare el camino, estoy tan nerviosa y alucino pensando que quiza no me reconozcas!
Esta brisa me recuerda la que traias contigo al parque de mi escuela, alli esperabas mi salida para andar juntos el camino a casa. Por que llorar ahora si estoy tan feliz de volverte a encontrar? Enciendo un cigarro para calmar mis ansias y te escucho reprenderme como entonces y yo a escondidas buscar un caramelo solo para disimular.
Ya no importa, sin embargo lo tiro bien lejos.
Que vimos en ti las mujeres que te amamos? Tierno, dorado, misterioso y claro dando asi la respuesta a tu desmedida suerte en el amor.
De cualquier manera aqui estoy, pensando en ti, repitiendo tu nombre y soñando contigo.
Recuerdas como nos gustaba sentarnos en la gran biblioteca y mirarnos en silencio sobre los cuadernos abiertos en paginas que jamas leimos? Las horas pasaban se atropellaban frente a nuestros ojos, los relojes enloquecian.
El tiempo pone a prueba la constancia y la resistencia y tu siempre estas: en mis poemas, las avenidas, las canciones, las flores, los despechos, los ojos de tu hija, la voz de los arboles, el barrio y eso no es casualidad. Como tampoco lo es esta cita, ni mi alegria al saber que al menos esta vez estaras a tiempo para todo, ni el dolor de todos los dolores, ni mis pesadillas.
Cada uno de nosotros firmo un papel con un tercero pero seguimos siendo dos. Y siempre fue como si me besaras por primera vez.
Aqui estas! Aun cuando otros no te vean, ni entiendan mi sonrisa y mucho menos el sudor de mis manos. Frente a frente con el muchacho de los rizos y la piel bronceada.
No traigo flores, solo esta carta que se que no podras leer, una estrella prendida en mis recuerdos y todas las ganas de que estes. Te veo igual que el dia del parque y tambien como ese dia no prometes nada y yo hablando sin parar aunque nadie me crea. Como aquella vez quiza me gane un regaño por las tres horas de sol y palabras. Pero hoy tengo que contarte.!
Siempre te gusto mi palabra, mirarme despacio y tocarme el pelo mientras yo ensartaba verbos y confundia adjetivos. Te encantaba que te dijera: te quiero.. y para eso estoy aqui para gastar contigo todas las promesas de mi vida.
Miraremos al cielo, yo desde mi solida existencia, tu desde el fondo de mi corazon que es donde habitas/
Ves? Por eso no te traigo flores: solo estas dormido para conservarte joven y yo, estoy aqui para recordarte todo.
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